lunes, 2 de junio de 2008

Y eso que no tengo perro

Pero cuanto más conozco a los hombres/mujeres, más quiero a mi perro...y eso que no tengo perro.
Leo la prensa, escucho a la gente, veo sus actitudes y sus aptitudes, observo desde mi atalaya la vida y cada vez siento más lástima por el ser humano. Y en ese grupo me incluyo yo porque cada día, el llamado (mal llamado) ser racional, elude su único tesoro, la racionalidad (si es que en alguna ocasión lo tuvo) para abanderar la irracionalidad, la insensatez, la desconfianza y el desprecio por él mismo.

Cada día que paso al lado de los hombres/mujeres, más deséo ser un inconsciente ser irracional.